lunes, 30 de septiembre de 2013

La alegría de la misión cumplida

Ayer durante un almuerzo familiar, saqué mi apreciada agenda de papel y por supuesto, no pasó desapercibida. 

La pregunta que me han hecho ya tantas veces, no se hizo esperar: ¿Por qué no usas el calendario de tu iPad o teléfono? Y mi respuesta es siempre la misma: 

Durante mucho tiempo escribí en mi teléfono la lista de las cosas que tenía que hacer, y a medida que las iba haciendo las iba borrando. Sin embargo, cuando llegaba la noche frecuentemente sentía que no había hecho nada durante el día y que había sido un día perdido. 

Esa sensación de día perdido y desaprovechado me producía una gran frustración. Sentía que seguía donde mismo y que no había avanzado en mis proyectos ni obligaciones. 

Unos días más tarde, después de un día agotador en el que no había parado desde que me había levantado y en el que había hecho muchísimas cosas, me di cuenta que al haberlas borrado, también las había borrado de mi conciencia. Las había olvidado.

Entonces, pensé que si en vez de escribirlas y borrarlas en mi teléfono, las escribía y tachaba en un papel, tendría la satisfacción de haber cumplido mi misión del día.

Fue así como después de muchos años, partí a una librería y revisé todas las agendas de papel que ofrecía el mercado. Me fijé en tamaños, pesos, colores, tipografía y estilos. Las miré todas buscando la que más se adecuara a mis necesidades y gusto. 

Mi exhaustiva investigación me llevó a escoger la agenda "DO IT ALL MOM PLANNER" que llevo usando varios años ya.  

Para los que tienen la "suerte" de verla, notarán que cada día tiene muchas actividades escritas, e incluyendo hasta las del día de hoy, prácticamente todas ellas están tachadas. Y ¡tacharlas es lo máximo!

Los invito a escribir lo mucho o poco que tengan que hacer y a tacharlo después. La sensación de misión cumplida, no sólo les producirá felicidad sino también una satisfacción difícil de igualar! 

martes, 24 de septiembre de 2013

Billetera, llaves, teléfono..

Hace unos días atrás leí en Twitter un comentario relacionado con la utilidad de repetir este mantra siempre antes de salir de la casa, y por supuesto.. me reí. Porque ¿a quién se le pueden olvidar las llaves, billetera o teléfono en alguna parte? No a mí, de seguro.

Pues bien, anoche después de muchos días feriados comencé una lista con todas las tareas que tenía (quería) que hacer hoy. Mi misión era clara: salir de todas las pequeñas cosas que me quitarían tiempo invaluable durante la semana para así poder concentrarme en mi trabajo en un 100% después.

Mi lista estaba perfectamente detallada. Un orgullo organizacional. La ruta y los tiempos planificados cuidadosamente. Tenía al menos 21 tareas que realizar en un máximo de 10 horas, con el desafío interno de completar el 80% dentro de las primeras 6 horas.  La lista incluía desde pagar cuentas, devolver cosas prestadas, realizar compras varias en distintos lugares, aprovechar la promoción de los lunes de 6% de descuento en bencina yendo además a la bomba con más de $32/lt de diferencia, mandar a bañar a mi perro, dejar ropa en la tintorería, pedir y cancelar algunas horas y ver a mis papás, entre otros.

Todo estaba excelentemente bien organizado. Partí temprano y con mi objetivo claro: completar mi lista.

Alrededor de las 9:30 de la mañana ya había realizado varias de las tareas planificadas y después de volver a mi casa a dejar la comida y recoger algunas cosas, retomé felizmente mi camino, confiada en que lo podía lograr.

Después de llegar a través de mi ruta óptima y en un tiempo mínimo a mi siguiente destino, al apagar el auto.. me di cuenta que había dejado mi cartera en la casa!! Y ahí me acordé: BILLETERA, LLAVES, TELEFONO!

Recuerden este mantra y nunca salgan de su casa sin decirlo. Si no, se acordarán de mí.

Si usas anteojos, no olvides agregarlos a esta lista.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Ahorrar es mucho más sencillo de lo que uno cree.

Como tantas veces he mencionado una de las mayores ventajas de ser organizado es ahorrar. Y no sólo me refiero a tiempo.. si no también a dinero.

Durante el verano pasado me dediqué a investigar cómo ahorrar más dinero, pero con medidas simples. Para eso, conversé con varias personas para que me transmitieran sus propias experiencias de éxito en este ámbito.

Después de escucharlos y pensar bastante en sus sugerencias y datos, descubrí que ahorrar es mucho más sencillo de lo que uno cree. Sin embargo, requiere de una excelente planificación previa y por ende.. de una gran organización.

Aquí van algunas de las conclusiones a las que llegué, tanto propias como de las muchas personas que se dieron el tiempo y la paciencia de contarme muchos de sus trucos financieros.

Ideas para ahorrar: 
  • Reducir gastos suntuarios (ir a la plaza, casa papás o hermanos, amigos)
  • Llevar una lista de compras al supermercado y no salirse de ella. Comprar lo mínimo para el funcionamiento pero sin excluir lo necesario.
  • Ahorrar en algunas marcas (por ejemplo al leer las etiquetas, me sorprendió muchísimo saber que tanto la leche del Jumbo como la del Líder, son hechas por Surlat)
  • Ahorrar en combustible planificando bien nuestro itinerario diario y comenzar a usar el transporte público, la bicicleta o los pies para los trámites más cercanos.
  • Reciclar materiales de oficina. Ponerlos en un contenedor o en un lugar especial de modo que la próxima vez que necesitemos un lápiz, papel o tijera no tengamos que salir a comprarlo sino que podamos echar mano a nuestro stock preexistente.
  • Comprar en grandes cantidades. Si bien esto a veces puede no ser factible por falta de efectivo o espacio de almacenaje, algo que me ha funcionado bien es comprar regalos para niños al por mayor y tener un stock para los cientos de cumpleaños que mis hijos tienen al año, ahorrando hasta un 80% de dinero (literalmente).
  • Minimizar el consumo de luz usando ampolletas de bajo consumo y educándonos en apagar las luces, televisión, computadores, etc. que no estén en uso. Algo en que yo no había pensado, es en el gasto constante de los electrodomésticos de la cocina, especialmente el microondas, que viven enchufados. 
  • Minimizar el uso del agua. Especialmente ahora que comienza el verano y que la tarifa de agua va a cambiar en unos días, no sólo cerrar las llaves que están abiertas, ducharnos más corto o regar sólo durante los días necesarios, nos ayudan a ahorrar agua. Una medida bastante simple es instalar un aireador de agua en la ducha y otras llaves que logran hasta un 70% en la disminución del consumo (estos los venden en Sodimac, Easy, etc por menos de $2.000). Otra forma buena y ecológica de ahorrar agua, es tener contenedores en los que podamos recolectar agua proveniente de la lluvia. Esta puede ser utilizada para regar las plantas.
  • La tetera para mí es uno de los implementos perfectos porque no sólo ahorra electricidad, sino que también nos "obliga" a estar pendientes de cuando hierve el agua y así usarla inmediatamente.
  • Revisar lo que tenemos constantemente. Ojalá revisar mensualmente la ropa, zapatos, carteras, remedios y utensilios de cocina que tenemos, ya que no sólo nos permitirá saber con lo que contamos y así evitarnos una doble compra, sino también nos recordará lo que tenemos, permitiéndonos hacer uso de ello.
  • Ser creativo. Especialmente con la comida. Si no tenemos todos los ingredientes de lo que queremos cocinar, no partir a comprarlos inmediatamente, sino tratar de modificarlo un poco o bien buscar dentro de lo que tengamos alguna otra alternativa. Siempre hay algo, lo que pasa es que no lo vemos.
  • Incentivar las actividades sencillas para entretenerse. Volver al pasado y jugar bachillerato, bingo, armar rompecabezas. Les aseguro que lo pasarán increíblemente bien, sólo se necesitan a ustedes mismos! 
  • Sacar la Tarjeta Vecino de sus comunas les puede ser de gran utilidad por los beneficios que otorgan.
  • Pensar bien antes de botar. Las cosas cuestan y reponerlas cuesta aún más.
La clave de ahorrar se encuentra en planificar bien. En ser organizado. 

¿Cómo ahorras tú?

jueves, 12 de septiembre de 2013

No hay nada más frustrante que no poder hacer lo que queremos.

Asumo que la mayoría de ustedes  frecuentemente se encuentra frente a la disyuntiva de querer hacer algo, pero tener que hacer otra cosa diferente que consume prácticamente todo su tiempo disponible.

¿Qué hacer? ¿Cómo decidir? A veces saberlo es muy simple y a veces muy difícil. Siempre hay tareas ineludibles que tenemos, debemos o necesitamos hacer en forma inmediata.

No hay nada más frustrante que no poder hacer lo que queremos. Incluso me atrevería a decir que para la mayoría de nosotros, hacer lo que queremos puede casi experimentarse  como un tremendo lujo. Y no hablo de cosas complejas ni difíciles. Me refiero a poder reunirse con alguien a quien queremos, dormir una reponedora siesta, ver una película! 

Pareciera que en nuestro día a día casi nunca hay tiempo para hacer lo que queremos. Tenemos, debemos y necesitamos hacer miles de cosas. Todas por supuesto para ayer..

Sin embargo, si bien ese sueño puede parecer lejano, hace un tiempo atrás comencé una lista de tres columnas que les recomiendo hacer.

En la primera columna escribí lo que tenía que hacer. Rápidamente comencé a escribir casi sin parar.. las tareas se atropellaban solas.

En la segunda columna, decidí escribir lo que quería hacer. Completar esta columna fue difícil. De alguna manera sentía que tenía tantas cosas que debía hacer, que ni me podía dar el lujo de pensar en lo que yo quería. En lo que me alegraría hacer.

Finalmente, en la tercera columna anoté lo que iba a hacer. Tomé la decisión consciente de priorizar el listado de la primera columna de acuerdo al día calendario y mis posibilidades reales y anotar las 5 cosas más urgentes (aunque no necesariamente más importantes). Luego, miré mi segunda columna y me pregunté lo mismo, cuál sería posible de realizar ese día y anotarla en la tercera columna.

El resultado fue increíble. Después de hacer todo lo que tenía que hacer (porque mi personalidad no me permite hacer las cosas en un orden inverso), me junté con una amiga a la que quiero mucho y a la que no veía hacía tiempo. Me reí tanto rato como no se pueden imaginar.

Siento que en cosa de minutos, toda la pesadumbre de ese día había desaparecido. Se me olvidaron un montón de tareas que había decidido hacer al día siguiente y me sentí feliz. 

Les recomiendo altamente que se entretengan un rato haciendo una lista de este tipo. Fíjense bien en lo que no es eludible (para hacerlo al día siguiente) y dense el premio de hacer algo por ustedes. Algo que quieran. 

Poder hacer lo que queremos no debe ser un lujo, es algo real que podemos alcanzar si simplemente nos organizamos bien.

martes, 3 de septiembre de 2013

El orden llama al orden...

Hace aproximadamente un mes atrás comencé un proyecto fascinante. Literalmente, me picaban las manos y me costaba dormirme la noche anterior de lo entretenido y desafiante que era poder lograr organizar este dormitorio completo, y así ayudar a sus dueños a relajarse y disfrutarlo.

Cuando llegué, me llamó la atención lo sobrepoblado del suelo. En varias partes no era posible verlo. Me imaginé el cansancio que deben haber sentido al entrar a su dormitorio cada día.





Comenzamos con los closets para asegurarnos de que la ropa estuviera en el lugar adecuado para liberar espacio de otros lados que sería útil. 



Redistribuímos la ropa de ella en un closet y la de él a otro closet. Además buscamos un mejor lugar para el botiquín de remedios.


Luego organizamos los recuerdos de los niños que estaban repartidos entre el closet y un baúl que quitaba muchísimo espacio en la pieza y por consecuencia luz.







Finalmente terminamos reorganizando su altar budista para fomentar una buena meditación y paz interior.





Ella me contó que los niños generalmente se sentaban en el suelo (a los pies de la cama) a ver televisión pero terminaban con dolor de cuello por lo incómodos que quedaban. Pensando en ellos, decidimos crear un espacio donde pudieran leer libros entretenidos y ver sus programas favoritos más cómodos.


Al terminar este proyecto, ella me contó que después de ver el espacio tan bien organizado y ordenado, él ya no estaba dejando sus cosas en cualquier parte. Le dijo que de alguna manera "el orden llama al orden" y me llenó de alegría sentir que el círculo vicioso del desorden, se transformó en un círculo virtuoso del orden. 

¡La próxima semana comenzaremos un nuevo dormitorio o tal vez el living!

domingo, 1 de septiembre de 2013

Planificar con antelación es clave

El presupuesto mensual es uno de los ítems que más utilidad nos provee cuando lo tenemos bien organizado.

Poder estimarlo de la forma más exacta posible es prácticamente un arte. Toma tiempo, conocimientos, anticipación y organización.

Una vez que logramos dominarlo, el mes pasa en forma apacible y con muy poca incertidumbre.

Para hacer un buen presupuesto, es importante estimar lo mejor posible los gastos del mes, ya que asumo que los ingresos los conocemos perfectamente. Todos tenemos distintas necesidades por lo que no hay recetas "tipo" para hacer los presupuestos.

Sin embargo, una buena práctica es darse un mes de prueba juntando las boletas y después estudiar bien en qué gastamos realmente el dinero. Una vez que tenemos una buena idea de cuánto gastamos en comida, educación, salud, vivienda, movilización, vestuario, salarios, entretención, etc. podemos partir nuestro presupuesto copiando los gastos de mes pasado y ajustándolos si es necesario dependiendo de eventos atípicos que tengamos. 

Con el tiempo iremos mejorando nuestras estimaciones y esto nos llevará a organizarnos mejor, porque el solo hecho de habernos sentado a pensar en lo que haremos durante ese mes en particular nos aclarará dudas y disminuirá la incertidumbre de si nos alcanzará el sueldo para pagarlo todo.

Organizar nuestro presupuesto también puede ayudarnos a terminar con nuestras deudas. Planificar con antelación es clave para vivir una vida más tranquila y en paz. 

Ah.. y antes de terminar, incluir "imprevistos" dentro del presupuesto es una muy buena herramienta para no llegar a final de mes endeudados. Como dicen los norteamericanos.. "life happens", es decir cosas pasan.. a veces tenemos que llevar nuestro auto al taller, nos enfermamos, nos invitan a algún panorama entretenido, llevamos a arreglar algo, etc.