martes, 2 de septiembre de 2014

¡Deja que tu cerebro descanse en paz!

Mientras pensaba en cómo escribir acerca del orden cerebral, me daba cuenta de lo difícil que resulta hoy en día no sólo tener nuestros espacios bien organizados, sino también nuestros pensamientos e ideas.

En un día como hoy por ejemplo, a veces ni siquiera es fácil disfrutar la ducha porque nuestro cerebro funciona a mil. Es como si al sentir el agua echáramos a andar un generador de ideas, deberes, planes, etc. que no se detiene si no hasta que el agua se apaga.

Y si bien existen algunas teorías acerca del beneficio creativo que podemos alcanzar durante la realización de actividades mecánicas, esto no nos permite disfrutarlas ni darnos cuenta de ellas mismas. Es por esto que muchas veces llegamos a lugares sin darnos cuenta de por dónde nos fuimos, de si las luces de los semáforos estaban en verde, incluso de si tomamos y qué tomamos de desayuno. Simplemente no nos acordamos, porque no nos fijamos ya que andamos con la cabeza en otra parte.


En mi caso particular, basta que apague la luz en la noche para que se me ocurran las mejores y más variadas ideas. ¿Y cómo hacer que el cerebro se apague, o deje de bombardear con ideas sin fin?


Con el tiempo me he dado cuenta que es mejor no combatir nuestros pensamientos, si no más bien bienvenirlos y aceptarlos. Pero eso no significa que los dejemos "capturarnos", ni mucho menos quitarnos el sueño.  

Mi solución por muchos años ha sido tener una libreta y un lápiz siempre a mano para anotarlos y así sacarlos oficialmente de mi cabeza. De esta manera mi cerebro sabe que puede descansar en paz, sin que esos pensamientos (o recordatorios de cosas que debo hacer) pasen al olvido, ya que serán atendidos en el momento adecuado. 

Consigue una libreta ahora y ¡deja que tu cerebro descanse en paz!


Para los que tienen hijos, una idea para fomentarle a los niños la escritura, es pedirles que nos ayuden durante el camino al colegio teniendo una libreta en el auto también.