miércoles, 20 de noviembre de 2013

¿Han oído hablar de clutter y decluttering?


Cada día que pasa aprendemos nuevas palabras de vocabulario y creo que dos con las que podrían familiarizarse son clutter y declutter.

El verbo to clutter tiene su origen en las palabras: clot (coágulo), cluster (racimo) y clatter (estruendoso y confuso). Por consiguiente, el sustantivo clutter es una colección de cosas que están esparcidas por todas partes formando una masa desordenada. En buen castellano, es lo que entenderíamos por desordenado, caótico, revoltijo, mezcolanza y amontonamiento.

Análogamente, el verbo declutter significa ordenar, organizar y remover cosas innecesarias de un lugar atestado y/o desordenado en extremo.

Mientras pensaba en cómo ilustrarles bien este concepto, me acordé que hace poco tiempo participé en la organización de una bodega que estaba atestada de cosas y que tuvimos que vaciar completamente para poder transformarla en un dormitorio de niños. 

Estas son las imágenes del antes y el después.

          

En esta transformación no sólo se vació la bodega, sino que también se pintó las murallas, eliminó la alfombra de muro a muro y se cambiaron las cortinas. Como pueden apreciar los resultados son extraordinarios. De hecho, mientras hablaba con mi cliente la semana pasada, me comentaba que se había sacado un enorme peso de encima y que "jamás podría volver atrás ahora". 

Cuando uno tiene un espacio como éste, generalmente se siente perdido, frustrado y no sabe por dónde empezar. Sin embargo, aunque parezca poco lógico, una buena estrategia para dar el primer paso es no pensar mucho y comenzar a remover los ítems uno por uno. 

Ante caos como éste, es fundamental tener en mente que el desorden con el que nos encontramos no se acumuló en un sólo día sino que probablemente tomó años en acumularse. También es importante tener la convicción de que SI es posible organizarlo (al menos para mí). 

Paso a paso, con mucha paciencia, podemos lograr controlar ese espacio que nos "pena" y aunque pueda parecer un desafío imposible, una vez alcanzado nos dará una satisfacción insospechada que habrá valido cada pequeño esfuerzo.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Achicarse... un desafío realmente fascinante

Hace un mes atrás comencé un proyecto realmente fascinante. Una artista necesitó achicar su taller y tuvimos que organizar cientos, si es que no miles, de materiales para sus diferentes proyectos. 

Dentro del stock existente, encontramos miles de tipos de vidrios para hacer mosaicos, cuentas para hacer collares y joyas, libros, revistas, cuadernos y recortes relacionados con toda clase de arte, y muchos otros materiales que probablemente no serían capaces de imaginar.

Como todos sabemos achicarse implica tener que adaptarse a un menor metraje, lo que se traduce en tener que deshacernos de algunas cosas. Si bien, probablemente muchas de esas cosas ni siquiera sepamos que las tenemos, habrá otras que simplemente serán extremadamente difíciles de dejar ir por motivos sentimentales.

En este caso en particular, en este taller encontramos muchísimos tesoros que tuvimos que desenvolver, descubrir, desenterrar y desempolvar. Esto se tradujo en muchas horas revisando y categorizando todos los materiales para diseñar un sistema lógico que fuera acorde al estilo de la artista y que facilitara su trabajo máximo.

Después de haber diseñado un sistema eficiente para guardar todos los materiales, nos alegró enormemente lograr mantenerlos prácticamente todos. De hecho, el haber sacado muchos de ellos de envoltorios o envases inapropiados generó más espacio permitiéndonos ubicarlos de la mejor manera posible en los muebles que teníamos, combinando la visibilidad con la accesibilidad.  

En las siguientes fotos vemos cómo se encontraba el nuevo taller al comenzar el proyecto:


    






Y así quedó:

   






Finalmente, sin importar cuál sea el motivo por el que tenemos o elegimos achicarnos y a pesar de lo duro que puede resultar, está en nosotros prepararnos y organizarnos lo mejor posible para que sea un desafío fascinante y no termine transformándose en una verdadera pesadilla.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Ser optimista, pero prepararse para lo peor

Nadie puede negar que sin lugar a dudas uno de los tesoros más preciados para todos son nuestras fotografías. 

Creo que las fotos significan muchísimo para todos porque de alguna manera nos permiten recrear y recordar un momento especial de nuestras vidas.

Sin embargo, me atrevería a decir que probablemente la mayoría de ustedes no ha tomado las medidas necesarias para protegerlas o preservarlas.

Hace más de una década atrás cuando era necesario mandar a revelar el rollo de fotos a alguna casa fotográfica, esperábamos con anhelo y nerviosismo el resultado de cumpleaños, nacimientos, navidades y celebraciones, esperando que en todas saliéramos bien, con los ojos abiertos, bien centrados e iluminados.

Ahora, la fotografía digital terminó para siempre con esa incertidumbre al poder ver en forma instantánea su resultado y por sólo pagar inicialmente el costo de la cámara y no el revelado, nos sentimos estimulados a sacar cuantas fotos queramos sin ningún pudor. Es más, les prestamos nuestras cámaras a nuestros hijos para que saquen fotos del suelo, la rueda del auto o los enchufes del computador.

Y aunque algunos dicen que "todo tiempo pasado fue mejor" y en ese sentido el haber conservado los negativos era una gran ventaja después de años si queríamos obtener una nueva copia, la simplicidad de poder tener y observar nuestras fotos cuantas veces queramos en nuestros computadores, teléfonos, cámaras digitales, iPads, iPods, etc. es sencillamente extraordinaria. O al menos así puede ser, si es que tomamos la precaución de respaldarlas o imprimirlas...

Uno de los lemas de M.A.S. ORGANIZADO es "ser optimista, pero prepararse para lo peor". En ese sentido hace unos años atrás y no precisamente por las miles de fotografías que tenemos sino por los numerosos documentos, decidimos comprar un Time Capsule que respalda diariamente en forma inalámbrica todo lo que hay en los computadores y ya en dos ocasiones (una en que se me borraron todas las fotos del computador y otra en que me lo robaron) lo hemos agradecido y nos hemos felicitado por la acertada decisión. 

Time Capsule, iCloud, Flickr, disco duro externo o lo que decidamos que más nos convenga, pensar en respaldar nuestros tesoros es fundamental. No esperemos a perderlos accidentalmente para tomar las medidas necesarias para que no nos ocurra en otra oportunidad. Mal que mal, más vale prevenir que curar.

martes, 5 de noviembre de 2013

Trata de mantener tu auto limpio, ordenado y en buen estado.

El otro día después de un viaje de sólo 3 horas, me fijé que el auto había quedado lleno de papeles de galletas, calugas, rice cakes y migas de pan, entre otros. 

El picnic no era tan grande, o al menos eso pensé, pero me impresionó lo mucho que se ensució y desordenó en un período tan corto de tiempo.

Antes de frustrarme, enojarme o ponerme a llorar, decidí tomar una bolsa y recoger inmediatamente la mayor cantidad de basura que pude. Al menos así la próxima vez que me subiera al auto, no me autorrecriminaría por haberme hecho la loca y haber dejado el auto hecho un desastre.

Mientras ordenaba y limpiaba un poco el interior del auto, recordé algo que podría ser un muy buen consejo para todos aquellos que tienen auto y que no lo mantienen en un estado muy ordenado ni limpio.

Como todos saben (aunque tal vez no se hayan dado el tiempo ni el trabajo de pensarlo en profundidad) nuestro exterior es reflejo de nuestro interior. Es por esta precisa razón que en EE.UU. cuando las grandes empresas se encuentran en proceso de contratación de un alto cargo ejecutivo, llaman a los finalistas a una reunión en la misma empresa para que mientras uno de los ejecutivos los entrevista, otro empleado inspeccione su auto.

El objetivo de esta inspección como pueden deducir, es proyectar a partir del estado del auto del candidato su comportamiento en el trabajo. Por ejemplo, ¿qué tan organizado, cuidadoso, limpio y ordenado es? 

No sé si esta costumbre se practica en Chile ya, pero si no se hace ahora, va a comenzar en poco tiempo más; porque ¿qué mejor reflejo de una persona, que uno de sus espacios personales?

¿Cómo está tu auto ahora? ¿Crees que una empresa importante te contrataría si lo viera en este preciso instante?