Para todos aquellos padres, después de un intenso y feliz fin de semana en casa, la llegada de Mary Poppins a ordenar la pieza de juegos sería un anhelado sueño.
La infame pieza que tantos minutos (y hasta horas) de entretención proveyó el fin de semana, rápidamente se transformó en los minutos y horas de pesadilla de los padres.
¿Por dónde empezar? ¿Vale la pena comenzar? ¿Para qué ordenar si mañana en 5 minutos va a estar igual? Esas son algunas de las preguntas que frecuentemente se hacen todos los padres ante el continuo desastre del área donde juegan los niños.
Pero la verdad es que al igual que hacemos nuestra cama cada mañana aunque sepamos que la desordenaremos de nuevo en la noche, no nos queda otra alternativa que armarnos de valor y ordenarla una vez más para poder alcanzar esa anhelada paz que nos permitirá descansar tranquilos y felices en la noche.
Si bien uno podría creer que ésta es una labor mesiánica, la verdad es que el solo hecho de contar con un sistema diseñado específicamente para el espacio existente y las características propias de la familia, pueden transformarla en una labor expedita e incluso entretenida.
¿Qué hacer entonces? M.A.S. ORGANIZADO les sugiere diseñar un sistema de organización que sea lógico y apropiado a las edades, preferencias y edades de los niños. Después de eso, al encontrarse con un "campo de batalla", respirar profundamente, no desanimarse ni retar a los niños y pedirle a cada uno que ordene un área específica tal como los blocks, animales, etc.
La clave para mantener la pieza de juegos ordenada, no radica en que los niños no jueguen, sino que sepan exactamente dónde poner las cosas después de jugar y para eso, el contar con un sistema de organización apropiado es fundamental.
Con el objetivo de comprobar empíricamente lo que escribí, dejé que la pieza de juegos de mi casa llegara a un desorden bastante grande y he aquí el antes y del después (de 37 minutos ordenándola sola).